Cómo es el juicio por accidente de tráfico

Aunque no es lo ideal ni lo deseable, muchos accidentes de tráfico terminan en juicio debido a la falta de acuerdo amistoso entre las partes involucradas. Si te encuentras en esta situación, en este artículo te explicaremos cómo se desarrolla un juicio por accidente de tráfico.
Aquí te ofreceremos una visión detallada del proceso judicial, desde la presentación de la demanda hasta la resolución del caso, para que estés preparado en caso de que necesites seguir este camino legal.

¿En qué casos se suele ir a juicio por un accidente de tráfico?

No todos los accidentes de tráfico terminan en juicio; de hecho, es preferible evitar este escenario para no alargar y complicar el proceso. Sin embargo, hay situaciones específicas que pueden llevar a las partes a acudir a los tribunales. Los casos más comunes en los que se va a juicio incluyen:

1. Desacuerdo sobre la indemnización: Cuando la aseguradora se niega a pagar una indemnización que la parte perjudicada considera justa, o cuando el monto ofrecido es insuficiente.
2. Conflictos sobre la culpabilidad: Cuando las partes involucradas no pueden llegar a un acuerdo sobre quién es responsable del accidente.
   En estos casos, la única solución viable puede ser recurrir a la vía judicial. No obstante, es crucial tener pruebas sólidas para ganar el juicio; de lo contrario, se corre el riesgo de perder dinero sin obtener una resolución favorable.
   Otro escenario en el que se puede ir a juicio es la respuesta motivada por falta de intensidad, en la que la aseguradora rechaza la indemnización basándose en un informe de biomecánica que argumenta que las lesiones no pueden ser consecuencia de un accidente leve.
   Antes de tomar la decisión de ir a juicio, asegúrate de evaluar cuidadosamente la solidez de tu caso y las pruebas disponibles.

¿El juicio por accidente de tráfico es civil o penal?

Los juicios por accidente de tráfico pueden tramitarse tanto por la vía penal como por la civil, aunque hoy en día es más común recurrir a la vía civil.
Anteriormente, el proceso solía ser el siguiente: tras un accidente, se presentaba una denuncia y el forense del juzgado realizaba un reconocimiento a la víctima para valorar las lesiones, emitiendo un informe que se enviaba a la aseguradora para reclamar la indemnización correspondiente. Si la aseguradora pagaba, el proceso finalizaba ahí. Si no lo hacía, o si disputaba la responsabilidad del accidente, el caso se dirigía a un juicio de faltas.
Desde 2015, los juicios por accidente de tráfico se manejan principalmente por la vía civil, ya que el sistema de faltas fue reemplazado por la clasificación de delitos en leves, menos graves y graves. En la actualidad, solo se sigue la vía penal en casos graves, como accidentes en los que el conductor estaba bajo los efectos del alcohol y causó lesiones.
En situaciones menos graves, el lesionado puede optar por iniciar un proceso penal contra el responsable del accidente por delitos como lesiones, alcoholemia o conducción temeraria, y reservar la acción civil para reclamar la indemnización fuera de ese proceso.
En general, los juicios por accidente de tráfico se tramitan por la vía civil a menos que el caso sea especialmente grave. A continuación, te explicamos cómo son estos juicios civiles.

¿Cómo es el juicio civil por accidente de tráfico?

Un juicio civil por accidente de tráfico puede ser verbal u ordinario, dependiendo de la cuantía reclamada a la parte contraria.

Juicio Verbal

El juicio verbal se aplica cuando la reclamación no supera los 6.000 euros. Este procedimiento es más corto y sencillo que el ordinario, y no requiere una vista si ninguna de las partes lo solicita y el juez no lo considera necesario. Tampoco hay una audiencia previa para intentar llegar a un acuerdo, aunque se puede lograr un acuerdo extrajudicial y homologarlo por auto.
En el juicio verbal, el proceso suele limitarse a presentar la demanda a la compañía de seguros, recibir su respuesta y dictar sentencia. Este tipo de juicio es común en casos con lesiones menores y daños patrimoniales reducidos, como en los típicos casos de latigazo cervical.

Juicio Ordinario

Cuando la reclamación supera los 6.000 euros, se sigue el procedimiento ordinario. Este procedimiento es adecuado para casos con lesiones graves, secuelas importantes o incluso fallecimientos derivados del accidente.
El juicio ordinario comienza con la presentación de la demanda, la cual se traslada a la compañía de seguros para su respuesta. Tras recibir la respuesta, se fija una audiencia previa en la que los abogados y procuradores de las partes pueden ratificarse en sus escritos y presentar pruebas, las cuales pueden ser aceptadas o rechazadas total o parcialmente. En esta fase también es posible llegar a un acuerdo, ya sea durante la audiencia previa o de forma extrajudicial con posterior homologación por auto.
Luego, se programa una fecha para el juicio, al que las partes no necesitan asistir a menos que sean citadas. Durante el juicio se presentan las pruebas admitidas, se formulan conclusiones y el caso queda listo para sentencia.
En algunos casos, el proceso puede finalizar antes si la parte demandada acepta pagar la indemnización acordada tras recibir la demanda. Además, es posible que el procedimiento concluya después de la audiencia previa si se alcanza un acuerdo en cualquier etapa antes de dictar sentencia, incluso durante el juicio.

Esperamos que este esquema te haya ayudado a entender cómo se desarrollan los juicios civiles por accidente de tráfico, proporcionándote una visión clara de los procedimientos según la cuantía reclamada.