Aumentan las quejas y reclamaciones por engaños en la compraventa de vehículos de segunda mano.
La compra y venta de automóviles de segunda mano es una práctica común en todo el mundo, y España no es la excepción. Solo en España según los datos recogidos por Ideauto la demanda de los vehículos se incrementó un 31% desde mayo 2022. Sin embargo, esta práctica puede presentar ciertos riesgos para los consumidores, especialmente, si no se toman las medidas adecuadas para garantizar que la transacción se realice de manera segura y justa. El incremento de la demanda de vehículos de segunda mano está causando que muchos clientes se vean envueltos en engaños y estafas con vehículos que aparentemente se observan en buen estado y, una vez realizada la operación de compraventa, resultan tener defectos y averías que han sido ocultadas de mala fe por el vendedor.
En respuesta a estas preocupaciones, España ha implementado una serie de leyes y regulaciones para proteger los derechos de los consumidores que compran y venden automóviles de segunda mano.
La Ley de Garantía de los Bienes de Consumo establece que los bienes vendidos en España deben ser aptos para su uso previsto y estar en conformidad con el contrato de venta. Esto significa que los coches de segunda mano que se venden en España deben estar en condiciones de funcionamiento razonablemente adecuadas y no presentar defectos o daños ocultos que pudieran afectar su funcionamiento normal.
Además, la Ley de Consumidores y Usuarios establece que los vendedores de vehículos de segunda mano deben proporcionar información completa y precisa sobre el vehículo, incluyendo detalles sobre su historial de mantenimiento y reparación, kilometraje, y cualquier otro dato relevante que pueda influir en la decisión de compra del consumidor. Los vendedores también deben proporcionar una garantía mínima que, con la modificación establecida en el Real Decreto Ley 7/2021, de 16 de noviembre, será de dos años, pudiendo las partes pactar, como mínimo, un año de garantía para los vehículos de segunda mano entre profesionales.
Los consumidores también tienen derecho a inspeccionar el vehículo antes de la compra y a realizar una prueba de conducción para asegurarse de que el coche está en buenas condiciones. Además, si el consumidor descubre algún defecto en el vehículo después de la compra, tiene derecho a exigir al vendedor la reparación o sustitución del vehículo, o una reducción en el precio de venta y la rescisión del contrato en el caso de que el bien no sea conforme a lo adquirido.
Los vendedores están obligados a proporcionar información completa y precisa sobre el vehículo, y los consumidores tienen derecho a inspeccionar y probar el vehículo antes de la compra. Si se descubre algún defecto después de la compra, los consumidores tienen derecho a exigir una reparación, sustitución, reducción en el precio de venta e, incluso, la resolución del contrato en caso de resultar imposible tales soluciones o el vehículo no sea conforme al fin adquirido.
En caso de disputas entre el comprador y el vendedor desde nuestro despacho siempre recomendamos requerir extrajudicialmente al vendedor para llegar a una solución amistosa y, en caso de no atender a este requerimiento, es necesario asesorarse con un profesional que determine la mejor alternativa posible a la situación de cada cliente.
En Rojano Vera Abogados estamos especializados en la materia, por lo que si acabas de comprar un vehículo de segunda mano y crees que te han engañado, ponte en contacto con nuestro equipo experto para evaluar tu caso gratuitamente y ayudarte a buscar la solución más beneficiosa para tus intereses.