¿Cómo actuar ante una negligencia veterinaria?

Ante el mínimo síntoma de enfermedad, llevábamos a nuestras mascotas al veterinario confiando en que, estando en manos de especialistas, sabrán cómo curarlos. Sin embargo, existen ocasiones en que, ya sea por una mala praxis o un diagnóstico incorrecto, no sólo no las curan, sino que su situación empeora, produciéndoles daños irreparables o incluso su fallecimiento.

No obstante, no todo error puede ser considerado como negligencia ni conllevará una indemnización, por lo que se habrá de atender a su “lex artis ad hoc”, para determinar si se proporcionó todos los cuidados necesarios, así como si se informó a los dueños de forma adecuada y completa, de la enfermedad y los procedimientos de cura para que pueda tomarte una decisión en consonancia.

¿Cuándo existirá entonces responsabilidad por parte del veterinario?

Para conseguir una compensación por los perjuicios que se le ha causado tanto a nuestros animales como a nosotros, será necesario que exista una responsabilidad civil que recaiga sobre el veterinario o la clínica, debido a una acción u omisión culposa o negligente que haya causado un daño al animal. Además de ello, debemos de probar el nexo causal entre el daño y la acción u la omisión que lo causó, lo que implica que la carga de la prueba caerá sobre el reclamante.

¿Cómo puedo probar la negligencia?

Como hemos mencionado, se deberá de probar los siguientes puntos:
1- La producción de un daño y su cuantificación.
2- La acción u omisión negligente o dolosa del veterinario que causa el daño.
3- El nexo causal entre la acción u omisión y el daño.

Como en la mayoría de procedimientos, dependerá de las pruebas de las que nos valgamos, así como de los informes que tengamos en nuestro poder. En concreto, será indispensable disponer de los siguientes:
– Informes de la clínica que comete la negligencia
– Informes de otras clínicas en caso de haber solicitado segundas opiniones o haber requerido sus servicios.
– Facturas que acrediten el pago de los servicios recibidos.
– Cartilla veterinaria.
– Informes periciales.

¿Cuáles son las vías para reclamar?

En primer lugar y de forma no excluyente, se podrá interponer una queja ante el Colegio Oficial de Veterinarios, para que los mismos interpongan las acciones que estimen procedentes.
Igualmente, el procedimiento se podrá iniciar por vía extrajudicial, acudiendo directamente al veterinario en cuestión o a la clínica veterinaria, para llegar a un acuerdo económico y así, evitar el cauce judicial para ambas partes. De ser infructuoso, se deberá acudir a la vía judicial y será el juez quien determine la existencia de la negligencia veterinaria y la cuantía de la indemnización, teniendo en cuenta el valor patrimonial de nuestro animal, los gastos veterinarios y el daño moral sufrido.

Si a su mascota se le ha producido un daño por una negligencia médica, o bien tiene dudas acerca de ello, no dude en contactar con Rojano Vera Abogados para un estudio detallado de su caso. Le acompañaremos durante todo el procedimiento y haremos lo que esté en nuestra mano para subsanar todos los perjuicios que se le ha ocasionado.